El Gobierno nacional promulgó las leyes de Emergencia Pediátrica y Financiamiento Universitario, pero postergó su aplicación hasta nuevo aviso. Con esa decisión, firmó la ley sin darle vida. En La Rioja, la medida golpea de lleno al Hospital de la Madre y el Niño, a la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), la Universidad Nacional de Chilecito (UNdeC) y también a la Delegación de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), donde docentes, nodocentes y profesionales sostienen con esfuerzo lo que el gobierno de Milei ha decidido humillar.
La postergación está generando un fuerte repudio en todo el país. La Federación Universitaria Argentina (FUA) y la Federación de Docentes Universitarios (FEDUN) convocaron a marchas federales bajo la consigna “Si hay veto, hay marcha”. A su vez, la CONADU y CONADUH anunció un paro nacional de 48 horas para los días 21 y 22 de octubre. En el ámbito sanitario, trabajadores del Hospital Garrahan organizaron una caravana hacia Olivos para exigir la inmediata puesta en marcha de la ley de Emergencia Pediátrica, mientras las provincias se preparan para replicar las protestas.
Freno al futuro de jóvenes y profesionales
En La Rioja, gremios docentes universitarios como ARDU y SIDIUNLaR, trabajadores de la salud y organizaciones estudiantiles preparan asambleas y medidas de fuerza, respectivamente. En el Hospital de la Madre y el Niño la falta de insumos, personal y presupuesto agrava una situación crítica; en la UNLaR, la UNdeC y la UTN, la suspensión del financiamiento amenaza la continuidad de carreras, becas y proyectos de investigación, sin tener en cuenta lo mucho que afectan estos desaires de Nación a la calidad educativa de cada institución. Lo que se frena no es un trámite administrativo, es el futuro mismo de miles de jóvenes y profesionales riojanos.
La decisión del Gobierno es una burla más a la institucionalidad que le dio el Congreso a la norma, que aprobó ambas leyes con amplio consenso. Es, además, una ofensa directa a los enfermos, a los trabajadores de la salud, y a los docentes y no docentes universitarios que defienden la educación y la ciencia pública. El pueblo deberá hacer sentir el peso de estas decisiones de Milei y sus secuaces en las urnas. La salud y la educación no son un gasto, son el alma viva de la Nación y La Libertad Avanzó contra ellas.